El Camino



Ciertamente el justo será recompensado en la tierra; ¡Cuánto más el impío y el pecador! 

Pro 11:31

ERA una injusticia flagrante.
Aunque el apuesto joven no había cometido delito alguno, se encontraba encerrado en una mazmorra, acusado mentirosamente de intento de violación. No era, sin embargo, el primer abuso que padecía. Años antes, José  había sufrido la traición de sus propios hermanos, quienes casi llegaron a matarlo cuando tenía 17 años. Luego fue vendido como esclavo en un país extranjero, donde rechazó las insinuaciones de la esposa de su amo, la cual, al verse desdeñada, inventó la falsa acusación que lo llevó a la cárcel.
Por desgracia, no parecía haber nadie que intercediera por él.
Sin embargo, Yahweh, “amador de justicia y derecho”, observaba tales atropellos e intervino con objeto de corregirlos, maniobrando los sucesos para que finalmente José fuera liberado (Salmo 33:5).
El ama la misericordia y la justicia; la tierra está llena de la misericordia de YAHWEH. 
Lo que es más, el hombre que fue arrojado a un “hoyo carcelario” terminó ascendiendo a un cargo de gran responsabilidad y sumo honor (Génesis 40:15; 41:41-43; Salmo 105:17, 18). Al final fue vindicado, y se valió de su alta posición para el adelanto del propósito divino (Génesis 45:5-8).
¿Quién no ha visto o sufrido acciones injustas?
Ciertamente, todos anhelamos que nos traten de modo recto y equitativo, y no es de extrañar, ya que Yahweh nos dotó de cualidades que reflejan su personalidad, uno de cuyos principales atributos es la justicia (Génesis 1:27).
Así que Elohim creó al hombre; a la imagen de Elohim lo creó; macho y hembra El los creó. 
Por consiguiente, para conocer bien al Altísimo, hemos de comprender su sentido de la rectitud. Así valoraremos mejor sus maravillosos caminos y nos sentiremos impulsados a acercarnos aún más a él.
¿Qué es la justicia?
El hombre suele concebir la justicia como la mera aplicación imparcial de la ley.
El libro Ética: teoría y aplicación señala que “la justicia está conectada con la ley, con la obligación, los derechos y los deberes, y mide sus concesiones según igualdad y mérito”. Sin embargo, en el caso de Yahweh implica más que el frío cumplimiento de las reglas por fidelidad al deber o a las obligaciones.
Un examen de los términos bíblicos originales nos ayudará a comprender mejor todo lo que abarca esta cualidad de Yahweh.
En las Escrituras Hebreas se emplean tres vocablos principales. Uno de ellos se traduce, además de por “justicia”, con soluciones tales como “derecho” y “lo que es recto” (Génesis 18:25). Los otros dos se vierten por lo general “justicia” y a veces, “rectitud”. La palabra empleada en las Escrituras  para “justicia” se define como la “cualidad de ser recto o justo”.
En la Biblia se usan como sinónimos “justicia” y “derecho” (Amós 5:24).
Por lo tanto, cuando las Escrituras dicen que el Creador es justo, indican que hace lo que es correcto y equitativo, y que actúa así siempre, sin parcialidad (Romanos 2:11). De hecho, es inconcebible que proceda de otro modo.
El fiel Elihú señaló: “¡Lejos sea del Elohim verdadero el obrar inicuamente, y del Todopoderoso el obrar injustamente!” (Job 34:10).
En efecto, es imposible que Yahweh ‘obre injustamente’. ¿Por qué? Por dos importantes razones.
Primero, Yahweh es SANTO, es infinitamente puro y recto, lo que le impide actuar de modo injusto. Pensemos en lo que entraña lo anterior: la santidad de nuestro Padre celestial es una poderosa razón para confiar en que nunca maltratará a sus hijos. Esta era la certeza que tenía su hijo Yahshua, quien en su última noche de vida en la Tierra oró: “Aba Kadosh, vigílalos [a los discípulos] por causa de tu propio NOMBRE” (Juan 17:11). En las Escrituras, la fórmula “PADRE SANTO” se aplica en exclusiva a Yahweh, y es lo propio, pues ningún padre humano puede comparársele en santidad.
Yahshua tenía plena fe en que sus discípulos estarían a salvo en manos del Padre, quien se distingue por la más absoluta pureza y la más completa separación de todo pecado (Mateo 23:9).
Segundo, el amor altruista es propio de la naturaleza del Altísimo y lo mueve a tratar a todos con rectitud.
En cambio, la injusticia, en sus diversas modalidades entre ellas el racismo, la discriminación y el favoritismo, suele ser fruto de la codicia y el egoísmo, vicios contrarios al amor.
La Biblia nos garantiza lo siguiente acerca del amor: “Yahweh es justo; él sí ama los actos justos” (Salmo 11:7).
Él mismo dice tocante a su persona: “Porque Yo, YAHWEH, amo la justicia;” (Isaías 61:8).
¿Verdad que es todo un consuelo saber que se deleita en obrar conforme a derecho, o sea, en justicia? (Jeremías 9:24.)
La misericordia y la justicia perfecta de Yahweh
La justicia de Yahweh, como las demás facetas de su inigualable personalidad, es perfecta, sin deficiencia alguna.
Moisés exaltó al Creador con estas palabras: “"Porque yo proclamaré El Nombre de YAHWEH.
¡Vengan, declaren la grandeza de nuestro Elohim! 
¡La Roca! Su obra es perfecta, porque todos sus caminos son justos. Un Elohim confiable que no hace el mal, El es justo y Kadosh. (Deuteronomio 32:3, 4).

Toda expresión de su justicia es equilibrada: ni muy indulgente ni muy severa.
Existe una relación muy estrecha entre esta cualidad del Altísimo y su misericordia.
Salmo 116:5 dice: “YAHWEH es misericordioso y justo; sí, nuestro Elohim es compasivo.”
Sí, es justo y misericordioso a la vez.
Estos atributos no son contradictorios. Su ejercicio de la misericordia no atenúa su justicia, como si esta fuera muy severa. Más bien, él suele expresar ambas cualidades simultáneamente e incluso en la misma acción. Veamos un ejemplo.
Todos los seres humanos hemos heredado el pecado, por lo que merecemos la pena capital (Romanos 5:12).
Así es como funciona: por medio de un individuo fue que el pecado entró en el mundo, y por el pecado la muerte; y así la muerte se extendió a toda la raza humana, por cuanto todos pecaron. 
Pero Yahweh no se complace en que mueran los pecadores: es “rehusaron escuchar y no quisieron recordar a las maravillas Kadoshim que Tú habías hecho entre ellos. No, ellos endurecieron su cerviz, y en su rebelión nombraron a un capitán para regresarlos a su esclavitud en Mitzrayim. Pero, porque Tú eres un Elohim de perdón, misericordioso, lleno de compasión, tardo para la ira y abundante en misericordia, y Tú no los abandonaste. ” (Nehemías 9:17).
Sin embargo, su santidad no le permite aprobar la injusticia. Entonces, ¿cómo podría tratar con misericordia a personas pecadoras por naturaleza? Hallamos la respuesta en una de las verdades más preciosas de las Escrituras: el rescate que ha provisto para la salvación de la humanidad.

En el capítulo 14 aprenderemos más detalles sobre esta amorosa dádiva, que demuestra a la vez profunda justicia y suma misericordia. Mediante ella, el Creador expresa tierna misericordia a los pecadores arrepentidos y al mismo tiempo mantiene sus normas de justicia perfecta (Romanos 3:21-26).
Pero ahora, muy aparte de la Toráh, la manera de YAHWEH para hacer que la gente sea justificada ante El ha sido evidente, además, que la Toráh y los profetas dan testimonio de esto; 
y es la justificación que viene de YAHWEH por medio de la llenura de fe de Yahshúa Ha Mashíaj, para todos los que continúan confiando. Porque no hay ninguna diferencia si uno es Judío o Gentil. 
Por cuanto todos han pecado, y están lejos de la gloria de YAHWEH. 
Por la misericordia de YAHWEH, sin haberla merecido, todos han sido dados el beneficio de ser considerados justificados ante El, mediante el acto de liberación de nuestra esclavitud al pecado que fue alcanzado por el Mashíaj Yahshúa. 
YAHWEH dio a Yahshúa como Kapparah por los pecados por medio de la llenura de fe con respecto al sacrificio de Su muerte sangrienta. Esto reaseguró la justicia de YAHWEH, porque en su paciencia, El ha perdonado [ni con castigo, ni remisión] los pecados que la gente ha cometido en el pasado; 
y esto afirma Su justicia en la era presente mostrando que El es justo en sí mismo, y también que El es el que justifica a la gente por medio de la confianza con llenura de fe de Yahshúa Ha Mashíaj.
La justicia de Yahweh es reconfortante
La justicia de Yahweh no es una cualidad fría que nos inspire rechazo, sino que es atrayente y nos acerca a él. Como indica la Torah con claridad, es un atributo que se caracteriza por la compasión.
Analicemos algunas de las alentadoras formas en que lo ejercita.
La justicia perfecta del Todopoderoso lo mueve a ser fiel, a ser leal a sus siervos.
El salmista David pudo constatar por sí mismo esta faceta de la rectitud divina.
¿A qué conclusión lo llevó su propia experiencia y el estudio de los caminos de Yahweh? “ Porque YAHWEH ama la justicia y no abandonará a sus Kadoshim; ellos serán preservados para siempre, los inocentes serán vengados: pero la zera de los perversos será cortada.”, declaró (Salmo 37:28).
¡Qué garantía tan reconfortante! Ni por un momento abandonará él a sus leales. Por lo tanto, podemos confiar en que estará cerca de nosotros y nos cuidará con cariño, pues lo garantiza su justicia (Proverbios 2:7, 8).
El atesora salvación para los que caminan en rectitud, El protegerá su camino; para guardar el curso de la justicia y preservar el camino de aquellos que le temen a El. 
La justicia divina es sensible a las necesidades de los afligidos. Si examinamos la Ley que Yahweh dio a Israel, resulta evidente que él se preocupa por los desfavorecidos. Por ejemplo, vemos disposiciones especiales para asegurar el cuidado de huérfanos y viudas (Deuteronomio 24:17-21). 
Como Yahweh reconocía lo difícil que solía ser la vida para ellos, él mismo se convirtió en su Juez y Protector paternal, quien “ejecuta[ba] juicio para el huérfano de padre y la viuda” (Deuteronomio 10:18; Salmo 68:5).
Advirtió a los israelitas que no se aprovecharan de tales mujeres y niños desamparados, porque oiría sin falta su clamor. “No abusarás de ninguna viuda ni huérfano. 
Si abusas de ellos en cualquier forma, y ellos claman a mí, Yo ciertamente escucharé su clamor. 
Mi furia arderá, y Yo te mataré con la espada  tus propias esposas serán viudas y tus propios hijos huérfanos. ”, señaló (Éxodo 22:22-24).
Aunque la cólera no es una de sus cualidades dominantes, siente justa indignación ante los abusos deliberados, sobre todo si los sufren los humildes e indefensos (Salmo 103:6).
Yhaweh también nos asegura que “YAHWEH ejecuta misericordia y juicio a todos los que están oprimidos.” (Deuteronomio 10:17).
A diferencia de muchos seres humanos poderosos o influyentes, no deja que pesen en sus decisiones las riquezas materiales o las apariencias, ni tiene prejuicios ni favoritismos de ningún tipo. Veamos una prueba sobresaliente de su imparcialidad: lejos de limitar a una minoría selecta la oportunidad de ser sus adoradores verdaderos, con vida eterna en mira, (Hechos 10:34, 35).
Entonces Kefa se dirigió a ellos: "Ahora entiendo que YAHWEH no tiene favoritos, sino que el que le teme y hace tzedakah, ese es aceptable ante él, no importa a qué pueblo pertenezca. 

Ofrece esta maravillosa perspectiva a todas las personas, sin importar la posición social, el color de la piel ni el país de residencia.
¿No es esta la mejor justicia posible?
16 Hay otro aspecto de la justicia perfecta de Jehová que es digno de análisis y respeto: cómo trata a quienes quebrantan sus justas normas.
No exime del castigo
Alguien tal vez pregunte: “Si Yahweh no aprueba nada contrario a la rectitud, ¿qué explica el sufrimiento injusto y las prácticas corruptas que plagan a la sociedad actual?”.
Las injusticias que abundan en este mundo malvado no ponen en entredicho la rectitud divina, pues se deben al pecado que hemos heredado de Adán. En un mundo donde los seres humanos imperfectos escogen sus propios caminos de pecado, son frecuentes los atropellos, si bien no será así por mucho tiempo más (Deuteronomio 32:5).
Aunque Yahweh demuestra gran misericordia a quienes se le acercan con sinceridad, no tolerará indefinidamente una situación que ocasione oprobio a su SANTO NOMBRE YAHWEH (Salmo 74:10, 22, 23).
Nadie puede mofarse del Dios de justicia; a los pecadores obstinados no los amparará del juicio condenatorio que merece su conducta. Es “un Elohim misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad, [...] pero de ninguna manera dará exención de castigo” (Éxodo 34:6, 7). En armonía con estas palabras, a veces ha visto necesario imponer una pena a quienes violan deliberadamente sus rectas leyes.
19 Pongamos por caso el trato que dispensó a los israelitas de la antigüedad, quienes, incluso cuando ya estaban asentados en la Tierra Prometida, le fueron infieles en múltiples ocasiones.
Aunque su corrupción lo hizo “sentirse herido”, no los rechazó de inmediato (Salmo 78:38-41).
Más bien, fue misericordioso y les dio oportunidades de cambiar de proceder.
Les suplicó: “No me deleito en la muerte del inicuo, sino en que alguien inicuo se vuelva de su camino y realmente siga viviendo. Vuélvanse, vuélvanse de sus malos caminos, pues, ¿por qué deberían morir, oh casa de Israel?” (Ezequiel 33:11).
 "Dile a ellos: 'Como vivo Yo, dice YAHWEH Elohim, Yo no deseo la muerte del inicuo, sino que la persona perversa se vuelva de su camino. Así que, ¡arrepiéntete! ¡Vuélvete de tus caminos perversos! Pues, ¿por qué vas a morir casa de Yisra'el?
Como Yahweh considera valiosísima la vida, vez tras vez les envió profetas para que dejaran sus malas sendas. Pero la inmensa mayoría tenía el corazón tan duro, que se negó a hacer caso y arrepentirse. Finalmente, por causa de su SANTO NOMBRE y de lo que este representa, Yahweh los entregó en manos de sus enemigos (Nehemías 9:26-30).
Aun ellos se volvieron y se rebelaron contra ti, echando tu Toráh a sus espaldas. Ellos mataron a tus profetas por advertirles que debían regresar a ti, y cometieron otras provocaciones groseras. 
Así que los entregaste en las manos de los que los afligían, los cuales los afligieron. Aun en el tiempo de su aflicción, cuando ellos clamaban a ti, Tú oíste desde el cielo, conforme con tu gran compasión, Tú les diste libertadores, y sí los salvaron de las manos de los que los afligían. 
Pero tan pronto ellos descansaron, se iban de vuelta a hacer el mal delante de ti. Así que Tú los dejaste en las manos de sus enemigos, quienes gobernaron sobre ellos. Sin embargo, cuando ellos regresaban y clamaban a ti, Tú oías desde el cielo, y los salvabas, conforme a tu gran compasión. 
Tú testificaste contra ellos, para poder traerlos de regreso a tu Toráh; pero ellos no escucharon. Y pecaron contra tus mitzvot y juicios, los cuales, si una persona los guarda, tendrá vida por medio de ellos. No obstante, ellos testarudamente volvieron sus espaldas, endurecieron su cerviz y rehusaron oír. 
Por muchos años les extendiste tu misericordia y testificaste contra ellos por tu Ruaj por mano de los profetas; sin embargo, no escucharon. Así, Tú los entregaste a las manos de las naciones de la tierra. 

Aprendemos mucho acerca del Creador al examinar cómo trató a Israel.
Comprendemos que sus ojos que todo lo contemplan ven las injusticias y que le afecta mucho lo que observa (Proverbios 15:3).
Asimismo nos reconforta saber que muestra misericordia siempre que hay base para ello.
Además, su justicia jamás es precipitada. Debido a su paciencia, muchos llegan a creer, erróneamente, que nunca castigará a los malvados, pero de ningún modo es así.
La relación que mantuvo con Israel nos enseña también que la paciencia divina tiene límites.
Yahweh sostiene con firmeza la justicia. A diferencia del hombre, que con frecuencia no se atreve a pronunciarse a favor de ella, él siempre tiene el valor de hacerlo. De ahí que sea muy apropiado que el león, como símbolo de la justicia valerosa, esté asociado a la presencia y el trono de Yahweh (Ezequiel 1:10; Apocalipsis 4:7).
Así pues, podemos estar seguros de que él cumplirá su promesa de eliminar la injusticia de la Tierra.
Su criterio a la hora de juzgar pudiera resumirse así: firmeza cuando es necesario, misericordia cuando es posible (2 Pedro 3:9).
Acerquémonos al Elohim de justicia
Al meditar sobre la forma en que Yahweh ejercita la justicia, no deberíamos verlo como un juez frío y severo, preocupado tan solo de dictar sentencia contra quienes actúan mal, sino más bien, como un Padre amoroso y firme que siempre trata a sus hijos del mejor modo posible.
Dado que es un Padre justo, equilibra la firmeza a favor de la rectitud con la tierna compasión por sus hijos terrestres, que se hallan necesitados de su ayuda y perdón (Salmo 103:10, 13).
¡Qué agradecidos podemos sentirnos de que la justicia divina implique mucho más que dictar sentencia contra quienes actúan mal! Guiado por dicho atributo, Yahweh nos ofrece una maravillosa perspectiva: disfrutar de una vida perfecta por toda la eternidad en un mundo donde “la justicia habrá de morar” (2 Pedro 3:13).
Nos trata así porque el objetivo de su justicia no es condenar, sino salvar. Ciertamente, cuando comprendemos mejor lo que abarca la justicia de Yahweh, nos sentimos atraídos a su persona.
En los siguientes capítulos analizaremos con más detalle la forma en que él expresa tan admirable cualidad.
Es digno de mención que Yahweh se asemejó a sí mismo a un león a la hora de castigar al Israel infiel (Jeremías 25:38; Oseas 5:14).
Preguntas para meditar
Zacarías 7:8-14 ¿Qué piensa Yahweh de quienes atropellan los derechos ajenos?
Romanos 2:3-11 ¿En qué se basa Yahweh para juzgar a las personas y a las naciones?

Que Yahweh les de Shalom-

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